viernes, 15 de junio de 2012


Higiene personal

La higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas que aplican los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos sobre su salud. La higiene personal es el concepto básico del aseo, de la limpieza y del cuidado del cuerpo humano.
Para tener una vida sana hay que realizar  hábitos alimenticios y mantener una higiene tanto física como mental. La importancia de una higiene recae en consecuencias positivas como negativas a largo de nuestra vida y de los seres que nos rodean. La higiene se clasifica en varias maneras, pero las principales en nuestros días son: pública y privada; la higiene privada se encarga el ser humano como objetivos destacan el aseo corporal y la limpieza de su entorno. La pública es la que nos proporciona la sociedad o el gobierno, además de estos dos grupos se pueden clasificar en otros como higiene deportiva y higiene corporal.


Sus objetivos: son mejorar la salud, conservarla y prevenir las enfermedades o infecciones.
Se entiende como higiene:
1.    Limpieza, aseo de lugares o personas.
2.   habitos que favorecen la salud.
3.    Parte de la medicina orientada a favorecer hábitos saludables, en prevención de enfermedades.
4.    Reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores y tensiones ambientales que surgen en el lugar de trabajo y que pueden provocar enfermedades, quebrantos de salud, quebrantos de bienestar, incomodidad e ineficacia de los trabajadores y los ciudadanos.
5.    La higiene personal es la parte de la medicina que trata de los medios en que el hombre debe vivir y de la forma de modificarlos en el sentido más favorable para su desarrollo.


 Higiene dental.

La higiene dental nos permitirá prevenir enfermedades en las encías y evitará en gran medida la caries. Pero una higiene dental se debe realizar de la forma y con las herramientas adecuadas. Además, se deberá dedicar el debido tiempo para que sea efectiva.


 La eliminación diaria de la placa debe de hacerse siguiendo una serie de pasos:

·         Limpieza de la lengua. 
      En la lengua se acumulan gran cantidad de bacterias por lo que su limpieza es necesaria para mantener la salud bucal. Para limpiarla podemos frotarla con suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes o bien usar un limpiador lingual.
·         Limpieza de los espacios entre los dientes.  
      
      La limpieza de los espacios entre los dientes (espacios interdentales) es distinta según cada situación. Si no hay apenas espacio entre los dientes (es la situación ideal) se usa la seda dental. Si entre los dientes hay suficiente espacio (por perdidas o por movimientos dentarios), debe usarse un cepillo especial llamado cepillo interproximal.



    Limpieza delos dientes. 
       
      Se realiza mediante el uso del cepillo dental y el dentífrico. Con el cepillado eliminaremos no sólo los restos de alimentos sino también la invisible placa bacteriana. Existen varias técnicas de cepillado, que van dirigidas a limpiar las caras internas, externas y las de la masticación.

¿Con qué debemos limpiarnos los dientes?

Para limpiarnos los dientes necesitamos:

       El cepillo de dientes. 
      Debe tener un cabezal redondeado y pequeño para llegar fácilmente a todos los dientes. Sus filamentos han de ser suaves y de puntas redondeadas para evitar lesiones en las encías. Si con el uso se desgastan o se tuercen no limpiarán bien, por lo que debemos sustituir este cepillo por uno nuevo. Se calcula que los cepillos duran unos tres meses en óptimas condiciones.



       La pasta de dientes o dentífrico. Contribuye a dejarnos una mayor sensación de limpieza. Se presentan en forma de pasta o geles más o menos líquidos. Incorporan agentes detergentes, y casi todos llevan agentes saborizantes. Con esta composición su uso nos facilita la limpieza dental y nos deja una agradable sensación a limpio.

Actualmente, y visto el papel tan claro que el flúor tiene en la prevención de la caries dental, es deseable que los dentífricos incorporen flúor en su fórmula ya que éste tiene una clara función en la protección frente a la caries. Existen en el mercado pastas especiales para tratar la sensibilidad dental que incorporan nitrato potásico.



Higiene de las manos.

La higiene de manos es el procedimiento más importante y eficaz para la prevención y control de las infecciones.
En el cuidado de personas enfermas las manos constituyen un  vehículo de transmisión de agentes patógenos, ya sea por contacto directo de persona a persona, o indirecto a través de objetos contaminados previamente, que posteriormente pueden contaminar al paciente.
La higiene de las manos es  una acción muy simple, y se debe de practicar por toda persona que realice cuidados a un paciente, ya se trate de personal sanitario o cuidadores.
A pesar de ser la medida más importante para reducir la incidencia de infección y la propagación de los microorganismos, el cumplimiento de las normas de higiene de las manos es muy bajo

Objetivo del lavado de las manos.

  • Disminuir la contaminación de las manos y prevenir la propagación de gérmenes patógenos a zonas no contaminadas.
  • Prevenir la transmisión de infecciones en el medio sanitario.
  • Proteger al paciente, personal sanitario y cuidadores.
Cómo lavarse las manos correctamente.
A continuación enumeramos algunos pasos sencillos para eliminar los gérmenes de nuestras manos. Demuestre esta rutina a su hijo(a) - o mejor aún, lávese las manos junto a su hijo(a) varias veces al día para que el/ella aprenda la importancia de este hábito.
1.    Lávese las manos con agua tibia. Asegúrese de que el agua no esté demasiado caliente para las manos de los más pequeñitos
2.    Utilicé  jabón y frótese las manos vigorosamente de 20 segundos (no hace falta que utilice jabón anti-bacteriano, cualquier jabón es bueno). Asegúrese de que lava bien el área entre los dedos y debajo de las uñas donde a los gérmenes les encanta esconderse. ¡No olvide las muñecas!
3.    Enjuáguese las manos y séquelas bien con una toalla limpia y seca.
Para disminuir la propagación de los gérmenes entre los miembros de su familia, establezca el lavado de manos con frecuencia como una regla para todos, especialmente:
·         antes de comer y cocinar
·         después de ir al baño
·         después de limpiar la casa
·         después de tocar animales, incluyendo mascotas familiares
·         después de visitar o cuidar amigos o familiares enfermos
·         después de sonarse la nariz, toser o estornudar
·         después de estar afuera (jugando, haciendo jardinería, caminando al perro, etc.)
¡No subestime la importancia de lavarse las manos! Los pocos segundos que usted permanecerá en el lavamanos con su hijo(a) podrá ahorrarle visitas a la consulta de su médico
Higiene del cabello.

El cabello debe mantenerse limpio. Cada persona deberá lavarse el cabello con la frecuencia necesaria para conservarlo limpio, lo cual varía según el tipo de cabello que tenga (graso, seco...). Algunas personas, fundamentalmente las que tienen cabello graso, pueden necesitar lavarlo todos los días; no existe ninguna contraindicación para ello, siempre que el lavado se realice con un champú neutro que no produzca irritación del cuero cabelludo.
 

La limpieza debe realizarse mediante un suave masaje con las yemas de los dedos, evitando el uso de las uñas que podrían producir lesiones en el cuero cabelludo. El aclarado se realizará con agua abundante y hasta eliminar en su totalidad los restos de jabón.

Tras el lavado, es importante peinarse minuciosamente para facilitar la eliminación de los cabellos que, de forma natural, se pierden cada día.

Higiene de los ojos.
 Los párpados.
• Para limpiar los párpados basta con una gasa mojada en agua caliente que se debe colocar sobre el ojo cerrado y mantenerla durante dos o tres minutos. También se puede realizar un suave masaje con las yemas de los dedos haciendo movimientos circulares.
• Las personas que padecen blefaritis o que tienen inflamación causada por sequedad ocular, deben limpiarse con un gel específico.
• Para la limpieza del borde de los párpados se puede utilizar cualquier tipo de jabón neutro que no irrite. Es preferible hacerlo por la mañana.

El cuidado de los ojos y la prevención de enfermedades
Hay enfermedades oculares que se pueden evitar con medidas preventivas y otras que si se tratan de forma precoz no evolucionan a fases más graves, por lo que es importante conocer las medidas preventivas básicas para el cuidado de los ojos:
• La ambliopía o pérdida de visión por un ojo vago se puede evitar en los niños si se detecta antes de los 4 años y se corrigen sus causas. Para ello es importante llevar a los niños al oftalmólogo de forma regular para que determine el estado de su visión. El ojo vago puede estar originado por un problema de estrabismo o por defectos de refracción y en el caso de los niños, se puede corregir. En el adulto, sin embargo, es irreversible.
• La miopía, hipermetropía, el astigmatismo y la vista cansada deben detectarse lo antes posible para evitar complicaciones. La mejor forma de detectar estos problemas es acudir al especialista una vez al año. Para aliviar las molestias de la sequedad ocular producida por el aire acondicionado, la lectura prolongada o el uso de ordenadores, es recomendable el uso de lágrimas artificiales, nunca de colirios de ningún tipo.
• No se debe tener miedo a la cirugía para eliminar las cataratas porque es una solución muy eficaz.
• Las personas con diabetes, edad avanzada o traumatismos recientes deben revisarse la vista con mayor frecuencia que el resto de personas.
• Hay que tener en cuenta que mirar directamente al sol puede dañar la retina por lo que se recomienda el uso de gafas de  sol


Cuidado e higiene de los pies.

La limpieza de los pies es de gran importancia, ya que al estar poco ventilados por la utilización del calzado es fácil que se acumulen en ellos el sudor que favorece la aparición de infecciones y mal olor. Hay que lavarlos diariamente y es fundamental un buen secado, sobre todo entre los dedos, para evitar el desarrollo de posibles enfermedades. Las uñas de los pies al igual que las de las manos, se cortarán frecuentemente y en línea recta para evitar encarnaduras.


 Lavado.

Se recomienda lavarse los pies cada día con agua fría o tibia y usando un jabón ogel de pH 5,5 (ácido) que respete en pH ácido de nuestra piel. La duración del lavado no será superior a 10 minutos, para evitar la maceración de  la piel.

Secado.

Conviene secar minuciosamente los pies insistiendo sobre todo en los espacios interdigitales. Por contacto y no por fricción para no lesionar la piel. Secar bien los pies con una toalla suave sin friccionar, sobre todo entre los dedos .Se puede utilizar también un secador de pelo a baja temperatura.

Hidratación

Tras el lavado y el secado de utilizarse una crema o aceite hidratante en el dorso y planta de los pies, para evitar que la piel se reseque y se produzcan escamas, grietas u otras lesiones dérmicas. NO aplicar crema entre los dedos.


Corte de uñas

Las uñas demasiado largas, demasiado cortas o mal cortadas pueden dar problemas y ser causa de infecciones. El mejor momento es después del lavado de los pies, por estar más blandas .Las uñas de los pies se deben cortar rectas y no curvas como las de las manos. Debe efectuarse de manera que la lámina ungular sobresalga 1-2 milímetros por delante del pulpejo del dedo para que la uña cumpla su función de protección del mismo.

 Higiene del oído

Más de la mitad de la población desconoce cómo llevar a cabo una correcta higiene y limpieza de los oídos que ayuden a prevenir los problemas en este órgano. En este sentido, Miguel Caballero, otorrinolaringólogo del Hospital Clínico de Barcelona, asegura que «además de los factores medioambientales y de la exposición a fuertes ruidos, la gran mayoría de los problemas tiene su origen, directa o indirectamente, en la falta de higiene, a una acumulación excesiva de cerumen en el pabellón auditivo»

Aunque sea la vía escogida por un 36 por ciento de los encuestados en el estudio. Los bastoncillos  sólo deben ser empleados para secar el oído externo, formado por el pabellón auditivo, más conocido como oreja, y el conducto auditivo externo, pero nunca para la limpieza interior. De este modo, se empuja la cera hacia el interior y en vez de eliminarla se contribuye a la acumulación indeseada.


La mejor forma de mantener esta área limpia, como recomiendan desde la botica, es la utilización de espray de suero fisiológico. Sobre todo aquéllos elaborados a partir de suero marino isotónico, que son suaves y seguros, aunque se precise siempre la recomendación de un médico para evitar agravar patologías existentes que deben atenderse de otra forma. Este tipo de higiene es escogido por un 18 por ciento de los españoles. Mediante estos productos se puede lavar el oído apto para todo el mundo que retira periódicamente el exceso de cerumen, el polvo del exterior y los restos de piel del conducto auditivo externo.

«Mediante el uso de bastoncillos se erosionan las capas superficiales de la piel, permitiendo que la flora bacteriana o fúngica saprófita del oído pueda entrar y provocar la infección», apunta Caballero. Usar otros métodos que no sean los sueros puede elevar el riesgo de lesiones en el conducto auditivo externo y de perforaciones en el tímpano, como consecuencia de los malos hábitos y métodos rudimentarios, que realizan un seis por ciento de las personas incluidas en el estudio, como introducir el dedo u otros objetos punzantes como horquillas o velas.